Me llamo Roberto.

Desde que tengo uso de razón, me han fascinado los pequeños gestos que otros apenas notan: una mirada que se pierde entre multitudes, una mano que roza otra sin querer, un silencio que se cuela entre el ruido de una ciudad que no se detiene.

Soy jurista y científico de formación; también soy una persona con Asperger. Tal vez por eso me fijo tanto en lo que muchos dan por sentado. El bullicio no me ahoga, pero me obliga a mirar con más atención, a buscar momentos de pausa, de extrañeza o de ternura escondidos entre la prisa ajena.

Salgo con mi cámara los fines de semana —o cuando me lo permiten los plazos—, buscando historias que no siempre se dejan contar con palabras. Mi fotografía es, en cierto modo, una forma de entender y conectar con el mundo que me rodea desde los márgenes.

Gracias por pasarte por aquí. Ojalá mis imágenes te hablen, aunque sea en voz baja.